Se dice que somos lo que comemos. Y, por eso, la dieta no solo es importante para la salud general, sino que también lo es para la salud de los
dientes. Los alimentos que ingerimos y la frecuencia con la que comemos afectan a nuestro estado general y a la
salud bucodental.
Por ejemplo, si consumes demasiadas
bebidas frutales endulzadas, refrescos azucarados o aperitivos poco nutritivos podrías correr el riesgo de tener caries dental. Pero una dieta adecuada disminuye el riesgo de problemas bucodentales.
La comida afecta a la salud bucodental
Los niños que tienen una dieta desequilibrada tienden más a tener problemas dentales. Por otro lado, las mujeres embarazadas necesitan una dieta adecuada para el desarrollo normal de los dientes de sus hijos y para su propia salud.
Una dieta desequilibrada y rica en azúcar aumenta el riesgo de sufrir caries, sobre todo en aquellos susceptibles de desarrollar la enfermedad. Las caries no se producen por los alimentos por sí solos, sino que lo hacen a través de las bacterias que se encuentran en la boca.
En la boca se hallan un gran número de bacterias, puesto que allí tienen las condiciones ideales de temperatura, humedad y nutrientes que aportamos en nuestras comidas para su crecimiento y proliferación. Si después de cada comida no nos limpiamos los dientes, estas bacterias usan el azúcar para producir ácidos que desmineralizan el esmalte de los dientes, haciendo que se ablanden. Esto produce a largo plazo la lesión que conocemos como caries.
¿Qué debes tener en cuenta a la hora de seguir una dieta?
Para una buena salud bucodental, debes considerar estos consejos a la hora de elegir los alimentos:
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Consume bastante agua.
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Varia el tipo de alimentos que consumes, abarcando los grandes grupos específicos de alimentos: cereales, hortalizas, frutas y alimentos proteicos.
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Limita el número de meriendas. Si comes entre horas, selecciona una merienda sana como hortalizas crudas o frutas. Los alimentos que se consumen como parte de una comida producen un menor daño a los dientes que comer durante todo el día, porque durante una comida se libera más saliva, que ayuda a lavar los alimentos de la boca y a reducir los efectos de los ácidos.
Además, se aconseja reducir la ingesta de alimentos pegajosos como chocolates, mermeladas, etc., ya que son los más perjudiciales porque contienen altas cantidades de azúcar y permanecen más tiempo en la superficie de los dientes, en el esmalte.
Entonces, ¿tengo que evitar el azúcar?
El azúcar y el almidón se encuentran en muchos alimentos que no imaginaríamos, como la
fruta, el pan, los cereales, la leche o, incluso, las verduras, y tenemos por qué prescindir de ninguno de ellos por esta cuestión. Se trata de llevar una dieta equilibrada y variada. La cuestión es no abusar de ello y saber cuándo se puede tomar. Como hemos dicho antes, no hay que “picar entre horas” alimentos que causen daños a los dientes.
En conclusión, las
dietas no tienen porqué ser dañinas para la
salud bucodental si se tienen en cuenta estos consejos y se lleva una dieta equilibrada.
