Los selladores dentales no son unos de los recursos de higiene bucal más conocidos. Sin embargo, hoy en día resultan muy relevantes para la salud dental de los niños. No todos los adultos actuales pudieron disfrutar de ellos durante sus infancia, pero ahora son más populares y su uso comienza a estar a la orden del día. A continuación, te explicamos las claves del proceso que va a servir para sellar los dientes de tus niños. Presta atención.
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¿Cuáles son las funciones de los selladores dentales?
Antes de contarte cómo se aplican, te vamos a informar acerca de su utilidad. En este sentido, has de tener en cuenta que, como nos puede suceder a los mayores, los niños también padecen la acumulación de restos orgánicos en sus dientes tras las comidas. Ya sabes que estas concentraciones de desechos son focos de atracción de las bacterias, lo que contribuirá a la formación del biofilm oral o de la placa. La aparición de la caries, una de las afecciones más comunes de las placas dentales, es la consecuencia más perjudicial de esta falta de higiene dental. Puede conllevar, además, los movimientos de los dientes y sus posteriores caídas.
Por tanto, como los dientes de los niños no son lisos y los restos de la comida pueden quedar atrapados entre sus zonas de complicado acceso, puede valer la pena recurrir a los selladores para taparlos.
¿Cómo se colocan estos selladores?
En primer lugar, reseñamos que se trata de unas capas de plástico que ejercen de protectoras de los molares superiores. Se colocan, por consiguiente, en sus superficies de masticación y logran que no entren en sus recovecos y grietas los trozos de comida. Si sellas los molares permanentes primarios, los cuales erupcionan entre los seis y doce años de vida (son los primeros que salen), habrá menos posibilidades de padecer caries.
El proceso de colocación empieza con la limpieza de las áreas de difícil acceso entre los dientes. Posteriormente nuestro especialista en odontopediatría echará un gel ácido sobre las piezas dentales, que se endurecerá y tomará el formato de un pegamento. Tras enjuagarse este gel y secarse, la aplicación de una luz especial azul servirá para endurecer el sellador.
Recuerda que todas estas operaciones no duelen y, además, tampoco tienen contraindicaciones. Solo has de valorarlas en los poco habituales supuestos de alergias. Por otra parte, estos instrumentos de protección durarán largos años, aunque van a tener que revisarlos en la consulta de nuestro dentista durante cada uno de ellos, puesto que hemos de comprobar si siguen cumpliendo con sus funciones.
¿Los selladores dentales son sustitutivos del cepillado?
En ningún caso debe nadie dejar de cepillarse los dientes, por el hecho de llevar selladores, las tres veces al día que te recomendamos. Ten en cuenta que seguirán siendo importantes otras limpiezas de los espacios de complejo acceso, como las que facilitan las sedas, cintas dentales y los cepillos interproximales.
En definitiva, acuérdate de que los selladores dentales son unos complementos idóneos para las pautas principales de higiene bucal que evitan las caries (sobre todo las infantiles).