Habrás visto que algunas clínicas proponen realizar implantes dentales con un presupuesto de alrededor de 300€, mientras que en otras el mismo trabajo es valorado en 1000€. Las diferencias de precio a veces son abismales.
Esta diferencia de precio no sólo se establece según el caso concreto de cada paciente. Hay otros factores importantes que hay que tener en cuenta en el momento de elegir en qué clínica se desea realizar la intervención: la atención que recibirá el paciente, el servicio que se le ofrecerá y, sobretodo, la calidad de los materiales que se empleen.
Por lo tanto, mucha atención.
El proceso para la colocación de un implante dental deberá ser exhaustivo y comprende diferentes fases:
- Estudio diagnóstico profundo, en el que se realizarán pruebas clínicas y radiológicas.
- Estudio del estado de la encía, la mucosa oral.
- Se valorará la mejor forma de realizar la intervención.
- Una vez implementado el implante, se deberá esperar un tiempo a que se dé la regeneración ósea.
- Pasado ese tiempo, se tomarán las medidas para la colocación de la corona.
- Se diseñará la corona, teniendo en cuenta la forma de las demás piezas dentales, asó como el tono y su estética.
- Y finalmente, se colocará la corona.
- Como es lógico, todo este largo recorrido requerirá de unas cuántas visitas a la clínica.
Y todo ello debe estar incluido en el presupuesto que se le de al paciente. A menudo podemos encontrarnos con presupuestos muy por debajo del mercado y que, en realidad, sólo se refieren y reflejan el coste del implante en sí, sin tener en cuenta las demás visitas, revisiones, pruebas, etc.
Por lo tanto, se trata de ofertas engañosas, a las que se les van sumando costes.
Como ya hemos dicho, el proceso para la colocación de implantes dentales requiere de varios exámenes y pruebas en los que se valora:
- Las características específicas de la zona en la que se vaya a actuar.
- La oclusión del paciente,
- Su salud en general y especificaciones concretas que pueda presentar.
- La cantidad de hueso remanente.
- El estado de las demás piezas.
- La estética.
Por lo tanto, se trata de un tratamiento completamente adaptado a cada paciente. Y es necesaria una gran especialización por parte del odontólogo. Por ello recomendamos siempre acudir a clínicas y profesionales con experiencia en implantología y este tipo de tratamientos.
La mayoría de los implantes que se colocan son de titanio. Aunque ya hay nuevos materiales que se están empleando en este tipo de intervenciones, como el zirconio.
Es importante que en el diagnóstico y estudio que se realice con el consiguiente presupuesto, el paciente tenga claro qué materiales serán los que se le coloquen en su caso.
Por otro lado, los implantes dentales deberán obligatoriamente cumplir con los protocolos y exigencias en cuanto a calidad que marca la Unión Europea, además de la garantía que ofrezca el propio fabricante, en cuanto a validación de los resultados obtenidos hasta el momento.
Hoy día no se puede decir que se trate de un tratamiento doloroso, puesto que, afortunadamente, se utilizan recursos para que el paciente no sufra y se encuentre lo más cómodo posible. La intervención se realiza con anestesia, a la que se le puede sumar (si el estado del paciente así lo requiriera), sedación.
Después de la intervención el paciente saldrá ya de la consulta con un tratamiento post-quirúrgico, que se basará en las instrucciones para el cuidado de la zona y la medicación en forma de analgésicos y/o antibióticos.
En cuanto al tiempo necesario para la finalización de todo el proceso, dependerá de diversos factores: el tipo de hueso en el que se colocará, dónde esté situado, si ha sido necesario hacer regeneración…
Por lo general, podemos afirmar que es un proceso que se prolongará durante unos dos meses.
El implante es un tratamiento considerado de largo plazo, puesto que con un buen mantenimiento pueden durar muchos años, hasta 20 o 25, incluso.
Cuando el implante fracasa a largo plazo se le denomina periimplantitis. Esto depende de muchos factores, en los que la condición esencial es el buen cuidado y limpieza.
Así, los cuidados que requiere un implante son el control de la placa; los cuidados periodontales (puesto que los pacientes que hayan sufrido de enfermedad de las encías tienen mayores posibilidades de fracaso); los hábitos del paciente, como el tabaco (otro factor tremendamente negativo para el buen mantenimiento y que además aumenta las probabilidades de fracaso del implante).
Por lo tanto, es esencial que el paciente extreme sus cuidados, así como no descuide las visitas de control en la clínica.
