Causas del bruxismo
El bruxismo puede padecerse a cualquier edad, especialmente entre los 17 y 40 años. En los niños de 4 a 6 años es frecuente apretar los dientes, pero puede ser algo normal en el desarrollo de la musculatura maxilofacial y, si este hábito desaparece después, no tiene mayores consecuencias.
No existen causas del bruxismo concretas, pero podemos dar una serie de factores de riesgo para padecer bruxismo:
– Padecer estrés y ansiedad.
– En algunas personas se asocia a trastornos del sueño como sonambulismo, microdespertares o apnea del sueño (ronquidos y paradas respiratorias durante el sueño).
– Maloclusión dental, es decir, los dientes del maxilar no encajan correctamente con los del inferior.
– Malos hábitos alimenticios.
– Padecer una enfermedad neurodegenerativa, como parálisis cerebral o esclerosis múltiple.
– Factores genéticos. Aproximadamente, en el 50 % de los casos existen antecedentes de bruxismo en la familia del paciente.
Tratamiento del bruxismo
No se conoce solución contra el hábito de apretar y rechinar los dientes, aunque en algunas personas las terapias psicológicas puede ayudar.
Por desgracia, la mayoría acuden al dentista cuando el daño en los dientes ya es irreversible. Sin embargo, el tratamiento es muy sencillo: consiste en colocar una férula de descarga, que protege la dentadura de la presión ejercida al apretar y rechinar los dientes. La férula está hecha de resina, es rígida, y puede estar diseñada para que contribuya a mantener la mandíbula en una posición relajada.
La férula se suele colocar por la noche para dormir, pero puede ser necesario llevarla también durante el día.