La gingivitis es una inflación de las encías que se produce por la acción de determinadas bacterias. Estas bacterias crecen y se desarrollan en la placa que se acumula en la línea de las encías y lo que hacen es infectarlas e irritarlas. Se trata de un problema que puede aparecer a cualquier edad, aunque es más frecuente que se manifieste por primera vez durante los cambios hormonales de la adolescencia y también en personas jóvenes. No suele ir acompañada de dolor, pero este puede surgir si no se trata adecuadamente.
La gingivitis se manifiesta básicamente por la inflación, enrojecimiento y una cierta sensibilidad en las encías. Otros síntomas son el sangrado, leve en los estadios iniciales del problema, y la aparición de úlceras bucales.
Hay una serie de aspectos que pueden hacer que una persona sea más propensa a sufrir gingivitis: factores genéticos, embarazos, menopausia, enfermedades como diabetes o leucemia y determinados tratamientos médicos, entre ellos los anticonceptivos. Estos son factores que no se pueden controlar, pero sí otros como el tabaquismo, la falta de vitaminas C o B3 y, de manera muy especial, una deficiente higiene bucal. También se considera causa común de la aparición de gingivitis una mala alineación de los dientes, ya que impide una correcta limpieza y facilita la acumulación de sarro entre ellos.
Abandonar el tabaco, llevar una dieta equilibrada y un buen cuidado de las encías son, por tanto, fundamentales para prevenir la gingivitis. Conviene también visitar al dentista periódicamente y acudir a la consulta al primer síntoma de enrojecimiento o sangrado.
El tratamiento precoz de la gingivitis es fundamental para evitar que esta acabe degenerando en una periodontitis, una enfermedad mucho más grave que puede desencadenar la movilidad de las piezas dentales e incluso su pérdida.
El tu visita a la clínica, lo primero que haremos será evaluar el estado de las encías y comprobar hasta qué punto la placa las ha afectado. Tras ello, procederemos a una limpieza en profundidad para eliminar todo el sarro acumulado. Finalmente, te explicaremos la técnica de cepillado adecuada, cómo utilizar correctamente el hilo dental y qué cepillo y enjuague bucal son los más aconsejables para evitar que vuelva a aparecer el problema.
Es posible que tras la limpieza dental sientas alguna molestia, sensibilidad en la zona o un pequeño sangrado, pero no tienes que preocuparte, en unos días habrá desaparecido.
En resumen, la gingivitis es un problema muy común, pero en la mayoría de los casos se puede prevenir con una correcta higiene oral. Si ya ha aparecido, un especialista en periodoncia puede corregírtela a tiempo para evitar un agravamiento que afecte de manera irremediable a los tejidos que soportan los dientes.