Todos/as podemos sufrir la pérdida de un diente, bien por caries o enfermedad bucal , o por algún tipo de traumatismo.
Podemos pensar que en estos casos no pasa nada, porque total, tenemos más y nos podemos ir apañando con el resto: nos habituamos a estéticamente mostrar un hueco que más o menos pase desapercibido; al hablar nos acostumbramos también; y para masticar nos ayudamos del resto de la dentadura…
Pero es un error pensar así. Si perdemos un diente y éste no se sustituye con relativa rapidez, se desencadenan una serie de reacciones en nuestra boca. Y te podemos asegurar que la de enseñar el hueco y que estéticamente no resulte bonito es la menos importante de ellas.